Ser lesbiana, gay, bisexual o transexual (LGTB) puede suponer la pena de muerte en 7 países y 78 países desde castigo físico hasta cadena perpetua.
A pesar de que en 57 países existen leyes que prohíben la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, las personas LGTB son continuamente agredidas en cualquier lugar del mundo. En la mayoría de los países estas agresiones quedan impunes.